Bochornosa actuación de la Justicia entrerriana
Fue tan bochornosa la actuación de la Justicia entrerriana en el
caso Fornerón, una dudosa adopción tramitada en Victoria en 2000, que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó capacitar a jueces de
Entre Ríos en adopción y Derechos Humanos. El caso sería una típica
venta de bebé, según la denuncia formulada ante la Corte, que habría
contado con el aval de integrantes de la Justicia.
La Corte no solo ordenó el pago de costas al Estado, sino que también condenó al Estado argentino a garantizar la efectiva vinculación entre Leonardo Fornerón y su hija Milagros, tras 12 años.
Fornerón era un comerciante de Rosario del Tala que luchó contra todo el sistema judicial para lograr la tenencia de la hija que tuvo con Diana Enriquez, como producto de una relación sentimental; y en contra de la decisión de la mujer de entregar la niña a un matrimonio de Buenos Aires.
Todo arrancó en 2000, y si bien todavía no terminó Fornerón sabe que logró algo: vencer la impunidad. Hace 12 años se enteró de que había sido padre. Viajó a Victoria para conocer a su hija, que nació el viernes 16 de julio, pero ya era tarde. La nena, que vino al mundo en una clínica, había sido adoptada el sábado 17 de julio. Llamativamente, el defensor de Menores Julio Guaita protocolizó un acta de adopción un día inhábil. Hasta el exjefe de Gabinete Aníbal Fernández advirtió las irregularidades que nadie en la Justicia observó.
La Corte no solo ordenó el pago de costas al Estado, sino que también condenó al Estado argentino a garantizar la efectiva vinculación entre Leonardo Fornerón y su hija Milagros, tras 12 años.
Fornerón era un comerciante de Rosario del Tala que luchó contra todo el sistema judicial para lograr la tenencia de la hija que tuvo con Diana Enriquez, como producto de una relación sentimental; y en contra de la decisión de la mujer de entregar la niña a un matrimonio de Buenos Aires.
Todo arrancó en 2000, y si bien todavía no terminó Fornerón sabe que logró algo: vencer la impunidad. Hace 12 años se enteró de que había sido padre. Viajó a Victoria para conocer a su hija, que nació el viernes 16 de julio, pero ya era tarde. La nena, que vino al mundo en una clínica, había sido adoptada el sábado 17 de julio. Llamativamente, el defensor de Menores Julio Guaita protocolizó un acta de adopción un día inhábil. Hasta el exjefe de Gabinete Aníbal Fernández advirtió las irregularidades que nadie en la Justicia observó.
