Brescacín y la Terminal
“Acá hay una componenda de personas que están prendidas, hay una coima descomunal”El agrimensor Fernando Brescacín, que fue quien advirtió las diferencias entre lo publicitado y lo real respecto del “Proyecto Turístico Integral”, advirtió: “Hay un grupito que se cree capaz de disponer de las cosas que son públicas tan alegremente con una empresa fantasma. Todo eso es nuestro, y nos lo están robando. A espaldas de la gente están negociando un patrimonio que no les corresponde”. También alertó: “El tenor de la maniobra es tan burda que hasta nos toman por estúpidos. Acá hay una componenda de personas que están prendidas, hay una coima descomunal”. Pidió que el secretario de Obras Públicas, Ricardo Argüello, renuncie “por una cuestión de ética”, dignidad y “vergüenza”, y que si el intendente Marcelo Bisogni sigue adelante con el negocio, se concretaría la “felonía”. “Desde la Vicegobernación para abajo están al tanto de esto”, recalcó, y anunció: “Acá le corresponde el Código Penal a muchos ‘vivos’”.
Luego de remarcar que “casi con orgullo” podría adherir “a cualquier posición política en tanto y en cuanto las iniciativas fueran honestas”, Brescacín, quien descubrió los ‘detalles’ del “Proyecto Turístico Integral” que perjudican notoriamente a la ciudad, se despachó largamente sobre el negocio de la entrega de la propiedad de la manzana de la Terminal y la cesión por medio siglo del ex Mercado Municipal a favor del ex funcionario bustista y menemista Miguel Marizza, propietario de Construcciones A. C. Caballi SA.
“Yo tengo el orgullo de haberme percatado de la infame, de la perversa estafa, que más que estafa es un robo lo que se iba a cometer a nuestra comunidad. Yo advertí sobre esa posibilidad”, comenzó el profesional en el programa ‘Las Cosas por su Nombre’, que conduce Hugo Barreto por Radio 9, y continuó, respecto a la ‘iniciativa privada’ alentada por el scelzismo gobernante: “Se basaban en una actitud pueril. Habían ignorado al resto de la población, cosa que es una barbaridad, quienes con mucha condescendencia digo que administran, porque administran mal, y si se administra mal es para el desastre”, planteó.
En otro tramo de la larguísima entrevista en la que siempre utilizó duros conceptos, arrancó: “Algunos agoreros decían que la Terminal no podía estar ahí porque los ómnibus de larga distancia entorpecían el tránsito. Eso es una falacia. Pero era tan pueril el argumento como perversa la intencionalidad de mantener todo esto en secreto, porque la inmensa mayoría de la población desconocía lo que se estaba haciendo”.
Brescacín advirtió que hay “un grupito que se atribuye principios celestiales, que se cree capaz de disponer por sí y ante sí por los cientos o miles de habitantes que tiene esta ciudad para las cosas que son públicas”. “Usted, Barreto, en la Terminal es dueño de dos ladrillos, y yo también soy dueño de dos ladrillos, como su vecino y el otro, el otro y el de más allá. Es de todos. Entonces, yo no concibo que sin consultarnos puedan disponer de ella tan alegremente con una empresa que es fantasma”, graficó.
A continuación, detalló: “Encima se nos está agraviando, injuriando, donde nos dicen que nos van a entregar un galpón -o un salón, si soy un poco más amable- de 30 metros de largo por diez de ancho, que son 300 metros cuadrados cubiertos, con un tinglado que es solamente de chapa autoportante con cuatro boxes para los colectivos. ¡Cuatro! Y donde el proyecto original dice que lo van a dividir con paredes de yeso. Todo por una Terminal que tiene tres mil metros”.
“LAS TASACIONES SON FALSAS”
El agrimensor dijo, respecto a la posible justificación que harán de los subvaluadores sus pares de la Cámara de Corredores Inmobiliarios, que quiere que deje de hablarse de “este festival”, sobre “este aquelarre de tasaciones”. Asegura que “son todas falsas” y que los dueños de inmobiliarias “no pueden hacerlas aunque dicen que han sido bendecidos y autorizados por la Provincia, pero la Provincia no les puede dar incumbencia”. “Eso de que dicen que es factible, de que no es factible, y que hablan de que hay que ver tales perspectivas, en defensa corporativa, no pueden hablar de esto. Es como el ‘medio embarazo’. O está embarazado o no está embarazado. La tasación es una cosa muy meticulosa. No es presentar una hoja y decir, a priori, ‘yo creo que esto vale tanto’, porque eso no se puede establecer a ojo, por experiencia, porque en este caso es particularísima, es una manzana completa en el corazón de la ciudad con una torre de seis pisos y todos los aditamentos que tiene, y que está en una ubicación absolutamente privilegiada. Los tasadores locales, con el debido respeto, no pueden tasar eso”, opinó, y resaltó “el trabajo” que hizo Martín Galarraga, del Colegio de Ingenieros, “que tiene como 20 fojas y fundamenta”.
“El Colegio de Arquitectos o el de Ingenieros, para insistir con los profesionales, son los únicos que debieran hablar. No yo, que sólo soy un entrometido en esto. Un entrometido que pudo ver -porque es mi profesión verla- la estafa descomunal de presentar esto. Le advierto, Barreto, que los tres corredores inmobiliarios han sido inducidos al error. No es culpa de ellos. Primero porque ellos no tienen el conocimiento necesario como para calcular el tipo de cimiento, de la estructura de hormigón, porque no son especialistas en eso. Es elemental. Yo tampoco lo puedo hacer, pero yo lo digo. Yo tengo la delicadeza, la ética, de decir que no sé, porque no soy un mono sabio. Y ellos tampoco. Ahí se necesita un grupo, por ejemplo, que tenga un calculista de hormigón”, se explayó.
- La tasación no pasa por lo estético, sino por la estructura, de construcción y demás...
- Por supuesto, y cuando uno tasa, que quiere decir ‘dar su justo valor a algo’, hay que tasar hasta el último clavo oxidado que esté clavado, porque también es parte de la transacción, y a eso ellos no lo hicieron. Ellos lo ven de afuera, está despintado, sí, no, pero resulta que al policlínico viejo, para un pabellón, le gastan cuatro millones de pesos...
Y pidió: “Déjense de hacer tasaciones de la Terminal. La Terminal vale diez centavos o 300 millones de pesos, no importa. La Terminal es nuestra. Es nuestra. Lo que hay que pedir es la inversión de la prueba. Que la empresa demuestre que va a construir lo que piensa construir para compensar lo que piensa pedir. Y nosotros, que somos los dueños de la cosa, en este caso el edificio de la Terminal, somos los dueños de decir que sí o que no”.
“HAY UN GRUPITO QUE ESTÁ PRENDIDO”
“Acá está todo mal.
Si fuéramos ingenuos diríamos que acá nadie ve nada, pero acá no hay ingenuidad, acá hay otra cosa. Y cuando se habla de que la Terminal vale 15 millones de pesos, el Colegio de Arquitectos lo avaló, y dijo que vale entre 12 y 15 millones. Hay un profesional, que voy a dar las iniciales nada más: el ingeniero Argüello, que dice que solamente vale el terreno, que lo de arriba no vale nada, y resulta que la empresa que viene pretende, sobre esas ‘ruinas’, construir un hotel cuatro estrellas, entonces hay una contradicción tan violenta como perversa. ¡Perversa! Quien diga eso, tiene que empezar de cero y volver a la facultad. Le digo al ingeniero Argüello que él, por una cuestión de ética, debiera renunciar, ya lo he dicho en otras oportunidades. Es un principio elemental. Hay que ser digno. Hay que tener vergüenza”, disparó.
“Y resulta que tenemos un ingeniero, responsable de mantener la Terminal en condiciones, pero que en los últimos cinco años la abandonó y que tiene el tupé de decir que no vale nada. ¡Esto es un aquelarre! Es un aquelarre lo que está sucediendo en la ciudad. Es indignante, es vergonzoso”, reiteró.
Después, manifestó sobre el secretario de Coordinación General: “No puede el doctor (Marcelo) Fernández Rousseaux decir que él redactó el pliego, porque a él lo están tratando como ‘el sastre’ porque dicen que está haciendo las cosas a medida. Me estoy refiriendo al pliego de condiciones. Y fíjese que se nota, simplemente al tacto, que el pliego de condiciones y las normativas que vienen detrás, avalando la actuación de Caballi SA, han sido impresos en el mismo papel, lo único es que en uno está el logo de la Municipalidad. Yo, honestamente, no se lo puedo demostrar, pero lo digo públicamente porque todo eso es nuestro, y nos lo están robando. ¿Qué digo? Que ese pliego ha venido preparado ex profeso y como si usted se fuera a casar y yo tengo que hacerle el traje. Ni más ni menos: para usted y no para sus vecinos. Hay que decirlo un poco en chanza a esto, porque es indignante”.
- Y eso de que además piden la concesión del Mercado 3 de Febrero menos le cierra...
- Pero eso es una locura, es un atrevimiento total. En el volante que acaba de salir (que se distribuyó en el abrazo a la Terminal realizado este viernes) yo me permití –eso es de mi autoría- sugerir que también se les regale la Plaza Ramírez con pirámide y todo, porque una vez que hagan la timba, los que salgan estresados podrán ir hasta la Plaza Ramírez para desestresarse y volver a la timba con más ímpetu. ¿Por qué no les regalamos también la Plaza, ya que somos tan generosos? Y nos van a dar un salón –y soy generoso en la expresión-.
“Yo les demostré, con mi modestísimo aporte, que ya que decían que se iba a congestionar el tránsito, yo se lo soluciono con una rampa y un estacionamiento debajo de la playa de maniobras. Los arquitectos lo van a hacer un millón de veces mejor que yo, pero con ese aporte les estoy destruyendo una argumentación tan falsa. Y a veces, como no hay nada que decir, decir que hay 20 opositores y una murga para salir a hacer ruido es agraviante”, destacó.
En otro tramo de la entrevista realizada en Radio 9, Brescacín dejó en claro que “nadie conoce” los detalles del “Proyecto Turístico Integral”, y se quejó de “quien se atribuye la audacia, la caradurez de decidir qué es lo que hay que hacer y qué es lo que hay que dejar de hacer”, y lamentó la “componenda de muy pocas personas”. “Un grupo de personas que están prendidas, usted sabe de qué. Lo voy a decir: acá hay una coima descomunal. El país está podrido de escuchar estas cosas. El tenor de la maniobra es tan burda, es tan falsa, que hasta nos toman por estúpidos”, espetó.
Alertó luego: “Evidentemente la operación ya se cayó. Porque si a Bisogni se le ocurre sacar la lapicera del bolsillo para firmar esto, es un traidor. Es simplemente un felón. Están cometiendo una felonía. Desde la Vicegobernación para abajo, que están al tanto de esto. Por aquello que dicen los abogados, que por acción o por omisión se dejan correr las cosas para que se produzcan... Entonces, acá le corresponde el Código Penal a muchos. A muchos digo a unos diez o quince, nada más, porque el resto de la población somos gente que trabajamos, que sudamos todo el día, que nos levantamos temprano, que nos acostamos de noche preocupados. ¡Que trabajamos! Eso es un 80 por ciento de la población, y el otro 20 por ciento son los ‘vivos’ que le chupan la sangre a aquel 80 por ciento”.
“DESVERGÜENZA”
“Esto es bueno que se sepa: después de que se presentaron los planos del primer proyecto, que se tuvo la desvergüenza de presentarlo sin ninguna medida lineal, yo pedí la carpeta en el Concejo Deliberante y advertí que no tenía una sola medida. Me desconcerté. Lo que pasa es que para estos asuntos tengo la nariz larga y olfateo desde muy lejos”, expresó, y detalló: “Tomé en escala un dibujito que tenían de un colectivo en los cuatro boxes famosos, y -¡oh, sorpresa!- detecto que nos querían ‘vender’ un espejito de color, un salón de 30 metros de ancho por diez de largo, donde no entra nada, cuando se calcula que hay un tránsito diario de tres mil personas y hacen tres o cuatro inodoros y no hacen ni siquiera un salón cómodo para estar. El Concejo Deliberante levantó la mano con el proyecto que le presentó la empresa Caballi ¡y yo tuve que deducir las medidas de un proyecto presentado con perversidad!”, se quejó.
Observó luego: “El que lo dibujó no es ningún infeliz, no es un incapaz, se ve que es un profesional muy hábil, pero muy hábil. Sabe qué poner y qué no poner para confundir al común de la gente. Cuando yo destapé esta olla, a la carpeta que presentó la empresa, apresuradamente se le agregó un par de metros. En vez de 30 metros tiene 36. Y no tiene cloacas, electricidad, no tiene servicios públicos, no tiene teléfono. Y todo eso queda a construir por el futuro propietario de la Terminal, según Fernández Rousseaux, pero que me desmienta: eso no está aclarado, y lo que no dice en los pliegos no son obligaciones, y lo va a tener que hacer la Municipalidad”.
“Para que se vea la gravedad del problema, por ejemplo, los 600 metros de cloacas -y no sé si me quedo corto- los va a tener que construir la Municipalidad. Los inducen a los corredores y les hacen tasar 30 mil metros cuadrados en un millón de pesos y la empresa dice que va a construir por cuatro millones, y no es así. La edificación que tiene eso es escasa, es vergonzoso, porque en Villaguay acaban de hacer un proyecto y la Terminal de ahí va a tener ¡tres mil metros cuadrados cubiertos! ¿Y acá se nos va a dar una de 300, 400 o 500 metros cuadrados? Pero, ¿estamos todos locos? ¿Qué clase de población somos que nadie se indigna, que todo el mundo lo ignora y que nuestras dignas autoridades lo hacen a escondidas? Que se dan el lujo, encima, de agraviarnos y decirnos que somos una murga”, rechazó.
“ESTO ES UN ROBO GENERALIZADO”
“Según el croquis que presenté yo, la construcción de la parte subterránea la podría hacer una empresa gratis, convenio mediante, a la que después se le otorguen, por ejemplo, cinco años de concesión del estacionamiento, regulado por el Municipio, claro. Acá hay que administrar bien. Todos los medios hablan y (el titular del sindicato municipal, Mario) Barberán, escandalizado, también, que los políticos van enganchados en los sueldos de los municipales, y que hace poco se aumentaron los sueldos un cien por ciento (N de la R: en realidad el incremento fue de hasta el 300 por ciento en algunos casos). ¡Esto es un robo generalizado! ¿Qué otra palabra nos queda para decir? Hay que pedirle al señor intendente que se dejen de joder con este proyecto de la Terminal”, reclamó.
“Yo voy a demostrar, croquis mediante, que si se arreglan las calles paralelas hacia el norte y el sur de la 9 de Julio, que se las está arreglando, honor al mérito, y se las asfalta, el volumen del movimiento de la calle Galarza va a disminuir drásticamente y los ómnibus van a entrar y salir sin ningún problema. Porque tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras y decir que la ciudad se convulsiona cuando de vez en cuando entra un ómnibus camello a la Terminal”, desestimó.
Para finalizar la nota con ‘Las Cosas por su Nombre’, sugirió: “Hay que hacerle entender a la gente, que a sus espaldas están negociando un patrimonio que no les corresponde. Eso se llama audacia y otra cosa que, ahí sí, no la quiero calificar”.
FUENTE: El Miércoles Digital Redacción y publicidad
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