LA PRENSA FEDERAL
“La víctima está olvidada en el proceso penal”
[04/07 06:00] En el mediodía de ayer se realizó la reunión entre integrantes de la Asociación Perjudicados por la Justicia (Aperju) y la titular del Juzgado de Instrucción Nº1, Cristina Calveyra. En la ocasión se plantearon inquietudes desde la Asociación y la magistrada explicó el funcionamiento de el Juzgado que dirige..
[04/07 06:00] En el mediodía de ayer se realizó la reunión entre integrantes de la Asociación Perjudicados por la Justicia (Aperju) y la titular del Juzgado de Instrucción Nº1, Cristina Calveyra. En la ocasión se plantearon inquietudes desde la Asociación y la magistrada explicó el funcionamiento de el Juzgado que dirige..
La entrevista, llevada a cabo en la sede del Juzgado, surgió luego de una nota publicada por La Prensa Federal, el pasado 1 de Junio, donde Calveyra invitaba a Aperju “a concurrir al Juzgado de Instrucción Nº 1 para que vean cómo trabajan los empleados, cuántas horas y en qué condiciones lo hacen”. En esa ocasión la magistrada sostuvo que “reiteradamente he apelado a la solidaridad de toda la comunidad que advierto con preocupación la declamación de muchos artículos pero, a la hora de venir a declarar al Juzgado nadie sabe nada”. Añadió: “se los ha llamado y no vienen”
Diálogo
En la charla, que duró más de una hora, los perjudicados por la justicia tocaron los temas puntuales de cada uno de sus integrantes y plantearon una serie de preguntas.
La Asociación agradeció que desde el Juzgado se le abrieran las puertas, ya que “por primera vez alguien como usted nos recibe.
Hablamos de este juzgado porque pertenecemos a esta ciudad y queremos saber cómo ayudar para que todo mejore.
Queremos acompañar a la gente que pasa por lo mismo que nosotros, por eso creamos la oficina de asistencia a la víctima”, indicaron.
En uno de los momentos más destacables de la charla, Calveyra reconoció que los momentos de la Justicia no son los mismo que los de la gente. “Lamentablemente debo admitir, que los tiempos del Derecho, no son los tiempos que requieren las personas”, sostuvo.
“A veces las personas no se involucran por esta cuestión”, indicó uno de los integrantes de Aperju.
Se debe tener en cuenta que muchas veces se tiene miedo y los mismos damnificados son agredidos o amenazados
La víctima olvidada
En otro punto de la interesante charla, se consultó a la Jueza acerca de la sensación de las víctimas de que los derechos parecen proteger más a los victimarios.
En este sentido Calveyra sostuvo que “la víctima está un poco olvidada en el proceso penal, aunque esta previsto en el Código Procesal Penal, este punto. Allí expresamente se le conceden derechos a la víctima, lo cual es uno de los grandes logros de las reformas de nuestro Código.
Tenemos la figura de la Víctima, el querellante particular y el actor civil, en nuestra provincia poniendo en funcionamiento todos estos mecanismos podemos hacer grandes avances para que las víctimas no se sientan defraudadas”.
Solidaridad, una salida
¿Pero, si estamos contemplados en el Código Procesal Penal, porque seguimos las víctimas en el lugar que estamos?, preguntó Aperju.
Calveyra explicó: “Sucede que la Justicia, sola, así como está, colapsada, con la cantidad de expedientes que tiene, solamente se puede dedicar a las causas con presos”. Y agregó: “La única forma de encausar a esta sociedad tan individualista es la solidaridad, no nos queda otra, si no trabajamos juntos comunidad y Justicia, no vamos a llegar a nada.
Si no nos ayudamos impera la ley de la selva”.
Además Calveyra, remarcó que “hace 20 años que tenemos la misma infraestructura penal, solicitamos la creación de otro juzgado.
En la gestión de Miguel Angel Marsiglia, se hicieron todos los trámites para lograr que se abra un nuevo juzgado pero nunca llegó a concretarse”. Este planteo de la jueza, interesó mucho a la Asociación y quedaron en reunirse con el vicegobernador José Lauritto para tratar este tema.
La jueza instó a Lauritto a que recorra las instalaciones del juzgado local “que venga y vea como funciona y así colabore con la creación de los organismos adecuados. Crear más organismos es una decisión política. Se necesitan más fiscales y defensores oficiales. Asimismo es necesario más personal en los juzgados”.
Luis Taborda
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EDICIÓN URUGUAY .com.ar
Viernes, 04 de Julio 2008.
La juez de Instrucción Calveyra recibió a los miembros de A.Per.Ju
Como fuera anunciado en ediciones anteriores, la juez de Instrucción N° 1, María Cristina Calveyra, recibió ayer en su despacho –acompañada de su flamante secretaria Alejandrina Herrero– recibió en su despacho de Tribunales, a los representantes de la Asociación de Perjudicados por la Justicia (A.Per.Ju.), que llegaron acompañados por un representante de los auto-convocados del puerto.
El encuentro comenzó pasado el mediodía y se extendió por dos horas, donde se trataron temas inherentes a la operatoria de la Justicia, el accionar policial, la falta de recursos materiales y humanos, la necesidad del compromiso social y de los medios de prensa.
La magistrado recibió a los visitantes que llegaron encabezados por la presidente de la Asociación, Sonia Mortola y la secretaria de la misma Elida Corazza, dándoles la bienvenida y agradeciendo la concurrencia, resaltando que ese Juzgado atiende a todos los que lo requieran, siempre que se pueda debido a la cantidad de trabajo que los desborda permanentemente, obligándolos a trabajar de, lunes a lunes y en los horarios más impensados.
Ante los reclamos de los invitados por saber que es lo que lleva a tantas demoras en las distintas causas que en muchos casos llegan a la prescripción, Calveyra fue clara en sus conceptos señalando que lamentablemente los tiempos del Derecho no son los mismos que los de las víctimas, las que “están olvidadas del Derecho Penal”. La falta de personal, especio físico y medios son cruciales para el buen funcionamiento de la Justicia y especialmente en jurisdicciones como las que les toca a los Juzgados de Concepción, que tienen alrededor de 115 mil habitantes y una infinidad de causas.
“Todos debemos asumir el compromiso y ayudarnos, si no entramos en la ley de la selva.
La Justicia está colapsada y los tiempos dan solo para atender las causas con presos.
Si no hay soluciones se ve un panorama desolador.
Creo que creer que se puede atender todo como está la situación, es una ficción. La solución es política, tanto para la Justicia como para la Policía que padece la falta de personal y recursos”, destacó la funcionaria.
Por su parte Elida Corazza dijo que coincidía con la opinión de la jueza en cuanto a la importancia de la colaboración de la sociedad, pero que lamentablemente en muchos casos, la gente teme seguir adelante, ya que se sienten desprotegidos.
Entre otras cosas, la mujer dijo que vio la lentitud en su propio caso, donde en solo 10 meses la Corte Suprema estudió la causa de Flavio y se expidió, pero la misma estuvo dos años en el Superior Tribunal para resolver y no entendía la demora, ya que en pocos días se tomaron medidas, luego de que se hicieran los reclamos públicos, destacando que para que las causas se activen es necesario que el mismo damnificado se mueva. También fue firme en su posición al decir que la Justicia en Entre Ríos perece ser distinta a la de la Nación.
La jueza reconoció que había falencias y que muchas veces se hace difícil seguir una investigación ya que se encuentra con trabas.
Respecto a caso Schiavo –al cual finalmente renunció– dijo que ella rezó mucho a Flavio para que le envía una señal o mensaje que le permitiera seguir adelante y tener pistas para el esclarecimiento. “No me quiero ir de este mundo sin saber realmente lo que pasó con esta joven”, enfatizó.
Por su parte Mortola agradeció la atención de la jueza y destacó que es la primera vez que eran recibidos, señalando que se siente muchas veces no queridos y muchos se niegan a la atención de algunos casos, pese a que el Colegio de Abogados debería contar con profesionales que actúen en forma gratuita en ciertas situaciones.
Oficina de Defensa a la Víctima
Otro tema abordado fue la necesidad de conformar la Oficina de Defensa a la Víctima, que serviría como nexo y colaboración con la Justicia.
La juez reconoció la importancia de esto y lamentó que hasta el momento no se haya logrado, coincidiendo que como en las necesidades de personal, medios y espacios físicos, todo es cuestión de compromiso político, de donde únicamente puede salir la solución para la gente.
También se destacó la necesidad de conformar mínimamente un Juzgado de Instrucción más, lo que ya se viene reclamando desde hace muchos años, pero no se logró nada, trascendiendo que desde hace muchos años que no hay inspecciones en los Tribunales uruguayenses.
La juez Calveyra dijo que invitaba al vice gobernador Eduardo Laurito a ver como funciona el Juzgado.
“Martínez Garbino en su momento hizo todo por la Justicia en Gueleguaychí y ahora le pediría los mismo al doctor Lauritto”, insistió.
Los presentes coincidieron en señalar que para lograr los objetivos y hacer conocer lo que pasa realmente en la actualidad en materia de Justicia e inseguridad, es necesario que los medios de prensa se comprometan e informen todo, destacando que parecería que están muy condicionados.
Finalizando el encuentro hubo solo agradecimientos y mucha conformidad a simple vista por todo lo tratado, quedando abiertas las puertas para posibles encuentros y un compromiso de cooperación plena.
El encuentro
Cuando todos se retiraron, se produjo un encuentro que hacía mucho tiempo no se daba. La juez de Instrucción María Cristina Calveyra estuvo a solas con Elida Corazza, madre de Flavio Schiavo. Como es sabido, la jueza estuvo al frente de la causa, pero tras su renuncia a la misma, ambas mujeres no estuvieron frente a frente hasta ayer. Elida pidió quedar a solas con la magistrado a quien quería plantearle algunas inquietudes personales respecto al caso. “Quiero hablar con ella personalmente y saber algunas cosas. Les ruego que me dejen a solas cuando finaliza la reunión”, pidió la madre de la malograda joven antes de ingresar al despacho. El encuentro se concretó, pero nada se supo hasta el momento de los sucedido entre esas cuatro paredes.
Pablo Bianchi