Fuente: Pablo Morosi De la Corresponsalía La Plata
Los tradicionales "bochazos" masivos no son exclusividad de los cursos de ingreso de determinadas carreras universitarias.
Durante la última década, siete de cada diez abogados que se postularon para ocupar cargos en la magistratura del Poder Judicial bonaerense como jueces, fiscales o defensores fueron reprobados en el examen de admisión.
Entre mediados de 1997 y el primer semestre de 2008 se presentaron a rendir examen 25.803 letrados: 17.555 no aprobaron y 8247 (el 29%) dieron bien el examen, según los registros del Consejo de la Magistratura provincial, encargado de la selección de aspirantes.
El peor año fue 2000, cuando de 2517 examinados, sólo 483 (el 19,18%) superaron los 120 puntos mínimos requeridos en la evaluación. El mejor fue 2001, cuando aprobaron 354 de los 907 que se presentaron (39 por ciento).
No es un problema menor.
Buenos Aires reúne casi el 40% de los servicios de Justicia del país y es uno de los distritos de mayor litigiosidad.
En la provincia hay 1071 jueces; la justicia nacional (porteña) y federal cuentan con 911 magistrados.
Una curiosa anécdota que alimenta la polémica alrededor de los exámenes circula por los tribunales bonaerenses: en 1998, al abrirse los concursos, a raíz de la aplicación de un nuevo Código Procesal Penal, varios magistrados encumbrados y abogados de renombre en la justicia provincial se presentaron y no les fue bien.
Incluso, desaprobaron varios camaristas que habían sido redactores del nuevo código.
Otros dos datos resultan relevantes a la hora de analizar el fenómeno: la mayoría de los concursantes tiene experiencia judicial previa y sólo el 10 por ciento de los rechazados hizo uso del mecanismo de revisión de su examen tras ser reprobado.
Nos preguntamos:
¿ qué clase de Justicia podemos aspirar, si los encargados de administrarla e impartirla no conocen los códigos de procedimientos ni las leyes que deberían aplicar, para que los que delinquen reciban el castigo que realmente merecen?.
A.PER.JU. : Asociación perjudicados por la justicia