martes, 14 de octubre de 2008

Terminó la reforma, hay nueva Constitución en Entre Ríos y se abre un espacio para las dudas y los interrogantes


Terminó la reforma, hay nueva Constitución en Entre Ríos y se abre un espacio para las dudas y los interrogantes
Apagadas las frases grandilocuentes y de egocéntrica referencia por parte de algunos convencionales reformadores, surgen ahora interrogantes sobre el alcance real de la tarea. Aquí van algunas preguntas al respecto.

Fuente :
Paraná 13.10.2008


Se terminó la convención para la reforma constitucional.
Hubo un pasajero clima de algarabía en algunos comunicadores y en los convencionales que terminaron su tarea abrazados y lanzando frases con la ilusión de que el tiempo las enmarque.
La experiencia de reforma constitucional anterior por estos lugares se remonta a 1994, cuando se hicieron modificaciones a la Carta magna nacional.
Ahí hubo discusiones, peleas, debates encendidos y representatividad diversa, donde oficialismo (entendido como la sociedad menemista-radical) y oposición tenían voces claramente diferenciadas.
Esta experiencia de la diversidad política y la discusión casi no asomó, en cambio, en la recientemente clausurada reforma constitucional de la provincia de Entre Ríos.
No hubo un obispo De Nevares
que se levantara de la sala, en una sesión plenaria, y se fuera para denunciar el juego del reformismo y la voluntad de solidificar el status quo político que hace que quienes están arriba tengan más chances de continuar en el poder por sobre el surgimiento de los que no tienen más que vocación, interés y voluntad política. No hubo un De Nevares en la vernácula convención pero sí estuvieron quienes hubiesen sido sus oponentes dentro de la estructura eclesiástica pidiendo poner freno a los avances de reformas en serio. Y lo lograron, esos sectores ultramontanos, aunque se quedaron con las ganas de que la Constitución asuma un tufillo a misal.
Terminó la esperada reforma constitucional, decíamos, y no faltaron periodistas que sintieron que apretando el Play de sus grabadores y tecleando sobre el protocolo de la jura escribían un manual de historia o que estaban tejiendo frases con tinta indeleble al tiempo.
¿No será que hay que escribir la crónica de lo que quedó sin hacer?
Disculpen aquellos escribas alérgicos a los aguafiestas, pero nos quedaron algunas preguntas por hacer para conocer el alcance que tendrá la nueva Constitución de Entre Ríos.
¿Se terminará el clientelismo político, ahora?
¿Hay un mandato constitucional que obligue a la redistribución de la riqueza? .
¿Se fija una posición política frente al flagelo de la pobreza y se avanza en las políticas de erradicación de las condiciones de pauperización de bolsones de población?
¿Se garantiza el ascenso de jueces independientes del poder político-partidario al máximo estrado judicial?
¿Cómo se eligen los vocales del Superior Tribunal de Justicia?
¿Por qué la participación de la sociedad, mediante diversos organismos, no llega hasta la última y más alta instancia que es donde se terminan adoptando los fallos definitivos en la Justicia provincial?
¿Quedó consagrada la independencia de los medios oficiales del poder político o no cambió en nada la constante de que los gobernadores eligen a los comunicadores para que estén frente a los micrófonos que pagan todos los ciudadanos?
¿Se perfeccionaron los sistemas de control de Estado?
¿Quedó garantizado el tribunal imparcial para resolver los conflictos entre el Estado y sus empleados?
¿Se puso punto final a la posibilidad que tiene el gobernante de ser juez y parte de un conflicto con los agentes públicos?
¿Se blanquerán los gastos de campaña, la publicidad oficial, los gastos reservados del poder político; la nómina de los asesores de los poderes del Estado, pese a que los convencionales ocultaron los suyos?
Son algunas de las muchas preguntas que podemos hacernos.
“Somos la síntesis histórica de la construcción de José Gervasio Artigas, Pancho Ramírez, Justo José de Urquiza y Ricardo López Jordán”, dijo el presidente de la Convención y ex gobernador Jorge Busti en la jornada final de la reforma. Para qué esperar que sean el tiempo y los resultados los que califiquen la tarea si puede, el propio Busti, intentar abrirse un lugarcito en la historia ahorrándose las frases humildes.
¿Qué toma esta nueva Constitución entrerriana de los principios artiguistas de repartir la tierra entre las viudas, pobres, negros libres e indios?
¿Qué de aquello de que los infelices serán los privilegiados?
¿Y de qué modo real reasume la provincia, ahora, las potestades previstas en un sistema federal por el que lucharon Ramírez, López Jordán, Urquiza y el mismo Artigas?
¿Dónde está el fomento de la colonización social, en la nueva Constitución, tal como lo llevó a cabo el citado Urquiza?
¿Los entrerrianos despojados volverán a ser ciudadanos con esta nueva Constitución?
¿Volverán los bienes colectivos –trenes, puertos, caminos, escuelas, tierras fiscales, energía, crédito de fomento a la industria, fábricas– que fueron barridos por las tormentas neoliberales que representaba buena parte de los que ayer juraron la Constitución nueva?
Terminó la reforma de la Constitución tantos años reclamada.
Los actores, casi todos, festejaron con gesto de tarea cumplida.
Festejaron y rieron.
¿Cuándo empiezan los festejos de la población entrerriana toda?
J. Riani, editor de Cronista Digital