domingo, 30 de noviembre de 2008

JUICIO POR VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS EN CONCEPCIÓN DEL URUGUAY

Juicio por violaciones a los derechos humanos en Concepción
El “Moscardón Verde”, un represor más que quedó detenido en Uruguay
Integraba la Policía Federal y formaba parte de los grupos de tareas que secuestraba y torturaba.
La Justicia federal de Concepción del Uruguay dispuso ayez la segunda detención, en menos de una semana, por la privación de la libertad y torturas que sufrieron estudiantes secundarios de la ciudad en julio de 1976, durante la última dictadura militar. El martes fue llevado a la cárcel de Campo de Mayo el ex jefe del Regimiento de Gualeguaychú, Juan Valentino, y ayer le tocó el turno a Julio El Moscardón Verde Rodríguez, quien integraba la Policía Federal y está señalado por las víctimas como quien realizaba los interrogatorios y los sometía a tormentos en los centros clandestinos de detención.
Rodríguez ingresó a los Tribunales federales a las 9 y no se retiró hasta cerca de las 15.
Durante ese tiempo estuvo prestando declaración indagatoria ante el juez Guillermo Quadrini, quien se reintegró a su cargo luego de una licencia de 10 días.
Al finalizar la audiencia, una unidad del Servicio Penitenciario Federal lo trasladó a la cárcel de máxima seguridad de Marcos Paz –donde se alojan la mayoría de los represores– según indicaron fuentes presentes en el lugar.
El Moscardón Verde fue el segundo en presentarse a la citación de la Justicia y el segundo detenido.
El resto interpuso excusas relacionadas con problemas de salud para no asistir. Para el lunes la querella espera que se produzca otra medida judicial importante, puesto que ese día debe presentarse el ex oficial de la Policía Federal José Darío Mazzaferri, que ya faltó a la primera citación argumentando problemas de hipertensión.
En los Tribunales federales de Concepción se vienen desarrollando las indagatorias por la causa denominada César Román, su denuncia, en la que se investigan los apremios ilegales y torturas cometidas en la sede de la Policía Federal local, entre 17 de julio de 1976 y el 24 de julio del mismo año.
Las víctimas fueron jóvenes dirigentes de los centros de estudiantes de la escuela Normal y del Colegio Justo José de Urquiza. “Julio Rodríguez tiene muchos cargos en su contra, todos muy contundentes.
Por ahora son de apremios ilegales y torturas, no tiene en esta causa desapariciones.
Pero seguramente se tendrá que conectar con la causa de Gualeguayhú, donde sí hay desaparecidos”, dijo a UNO la abogada de la parte querellante, María Caccioppoli, haciendo referencia a la actuación integral de las fuerzas represivas en toda esa región de la provincia durante la dictadura.
Caccioppoli volvió a manifestar su satisfacción por las dos detenciones que se van consiguiendo en la causa, algo que no había sido posible durante 32 años y que sólo tiene el antecedente del médico militar Juan Antonio Zaccaría, enviado a prisión este año por su participación en el robo de bebés en Paraná en 1978.
Sin embargo, dijo tener un “inmenso dolor en el alma”, porque los querellantes no pueden participar de las audiencias de indagatoria, y apelar esto habría significado demorar el proceso.
Por eso, para conocer el contenido de la declaración de Rodríguez deberá esperar hasta hoy a la mañana.
Próximos pasos“Ahora queda una sola audiencia, que es la del lunes de Mazzaferri. Es para nosotros muy importante”, dijo la abogada, y señaló que él y Rodríguez eran quienes llevaban a cabo las violaciones a los derechos humanos en la ciudad.
José Darío Mazzaferri debía concurrir a Tribunales el martes 18 a las 9, pero presentó un certificado médico argumentando padecer “hipertensión”. Lo hizo minutos antes de que cerrara el Juzgado, cuando la querella estaba a punto de solicitar que se librara su detención.
Los otros imputados que han eludido con certificados médicos los llamados a indagatoria son Juan Carlos Ricardo Trimarco, Ramón Genaro Díaz Bessone, Albano Harguindeguy y Raúl Schirner, quien fue jefe del Batallón de Ingenieros de Concepción del Uruguay.
FUENTE:

MARA
(
Víctor Heredia)

Ya sabemos donde están las cosas muertas,
esos rostros de asesinos que regresan
a explicarnos que jamás hicieron nada,
no sé bien donde poner tanta tristeza.
Hoy tratemos de olvidar tanta mentira,
no quisiera darte un beso con tal pena
que presientas otra vez esas heridas,
destilando su dolor de cosas viejas.
Mara, Mara, Mara,
déjame sentarme aquí
a pensar tan sólo en vos
a mirar en tus ojos estrellas
más grandes que el sol.
Al final la vida tiene esa costumbre
de mezclar su cubilete de tal forma,
que no hay quien pueda llegar hasta la cumbre
sin sufrir estrictamente algunas normas.
Hoy sé bien adonde están las cosas muertas,
no me vengan con oscuras bendiciones,
sólo quiero un beso tibio de la vida
sin recuerdos de tortura y dictadores.