sábado, 22 de octubre de 2011

Histórica condena a genocidas en Paraná, mientras en la costa del Uruguay esperan por el juicio

Fuente El Miércoles Digital - ver aquí☻
En el primer juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en Entre Ríos, el tribunal condenó a prisión a Pascual Guerrieri (14 años), Jorge Fariña (13), Juan Amelong (13), Walter Pagano (13) y a Juan Antonio Sacaría (5), en la ‘Causa Hospital Paraná’ en la que se investigó el robo de bebés durante la última dictadura cívico-militar. “Estamos decepcionados por al monto de las penas”, dijeron desde la querella, que apelará el fallo. En la costa del Uruguay esperan el desenlace en la causa por delitos de lesa humanidad cometidos en La Histórica y en Concordia.

Luego de más de 30 años de impunidad, el Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a Pascual Guerrieri a 14 años de prisión, a Jorge Fariña y Juan Amelong a 13 años, Walter Pagano a 11 años y a Juan Antonio Zaccaría a cinco años de cárcel, por los delitos de sustracción de menor de diez años y alteración y supresión del estado civil de un menor de diez años, en dos hechos. En tanto, absolvió a Héctor Marino González, quien también está procesado en Rosario. “Ahora queda la otra causa, que es la del melli”, ratificó Sabrina Gullino, y remarcó que si bien estaban esperando “un poco más, no deja de ser una sentencia que reconstruye al país”. Por su parte, la abogada querellante Ana Oberlin adelantó que apelarán el fallo: “Por un lado estamos satisfechos, pero estamos algo decepcionados en cuanto al monto de las penas. Creemos que son delitos que por la gravedad que tienen merecen mayor severidad”, argumentó la representante de Abuelas de Plaza de Mayo. Durante la lectura del veredicto la sala estuvo colmada de familiares de Sabrina y Sebastián Álvarez, además de integrantes de organizaciones sociales y funcionarios. Mientras tanto un importante número de agrupaciones y personas que siguieron el primer juicio por delitos de lesa humanidad en la provincia, festejaban las condenas a los represores.

A las 17.25 de este viernes el presidente del Tribunal Federal de Paraná, Roberto López Arango, leyó el veredicto de la causa que investigó el funcionamiento de una maternidad clandestina en Paraná. En primer término, los magistrados definieron “no hacer lugar al pedido de nulidad” de las imputaciones, al tiempo que rechazaron la solicitud de prescripción de los delitos; ambas requisitorias formuladas por la Defensa Oficial y a las que adhirió el defensor Humberto Franchi, representante del anestesista.

Además, declaró a los ex integrantes del Destacamento de Inteligencia 121 Guerrieri, Fariña y Amelong, y al ex personal civil Pagano, “coautores responsables de los delitos de sustracción de menor de diez años y alteración y supresión del estado civil de un menor de diez años, en dos hechos”. Por ello, los condenó a penas de 14 años para Guerrieri, 13 años para Farina y Amelong, y 11 años para Pagano.

En tanto, encontró a Zaccaría “partícipe necesario” de los ilícitos, por lo que lo condenó a cinco años de reclusión e inhabilitación hasta que cumpla la pena. De todos modos, el médico y Guerrieri continuarán con el beneficio de la prisión domiciliaria.

Por su parte, González fue absuelto de culpa y cargo, de modo que se dispuso su libertad en el marco de esta investigación.

El fallo completo se dará a conocer la próxima semana, tras lo cual las partes podrán anteponer las medidas que consideren pertinentes.

EL MOMENTO ESPERADO

La sentencia a los represores se esperó por largos años, durante los cuales gozaron de impunidad, pero este viernes el anhelo de Verdad y Justicia de los hijos de Raquel Negro y de las organizaciones de derechos humanos cobró más fuerza que nunca. Desde las 16, fueron llegando a la sede judicial de calle 25 de mayo, donde se montó un escenario y se colocaron las imágenes de los detenidos-desaparecidos.

Algunos accedieron a la sala de audiencias, donde Sabrina y Sebastián estuvieron acompañados de sus familiares, entre ellos Matías Valenzuela (hijo de Tulio); otros permanecieron tomando la calle, con música, cánticos y bombos.

“Estamos todos juntos, estamos muy emocionados”, compartió Sabrina, tras la lectura del fallo. Sin embargo, afirmó: “Ahora queda la otra causa, que es la del melli, sigue en Instrucción, se están citando testigos y abonando esta etapa de pruebas. Así que esa sería otra instancia”.

“Nosotros estábamos esperando un poco más, pero no deja de ser una sentencia que reconstruye a nuestro país, así que estamos contentos”, subrayó. Cuando salió del edificio, con la fotografía de Raquel en la mano, los aplausos se replicaron. “¡Olé, olé, olé, a donde vayan los iremos a buscar!”, empezaron a entonar quienes siguieron este proceso, que inició con la denuncia presentada por Guillermo Mencho Germano.

Los abogados querellantes también fueron ovacionados al momento de abandonar el juzgado. En diálogo con este sitio, Oberlin realizó un balance del veredicto: “Es contradictorio, por un lado estamos satisfechos porque logramos las cinco condenas, pero estamos algo decepcionados en cuanto al monto de las penas. Creemos que son delitos que por la gravedad que tienen y la trascendencia que tienen, no solamente afectan a las personas que han sido apropiadas sino a todo su núcleo familiar; por eso consideramos que merece mayor severidad y esto es lo que esperábamos del Tribunal”.

Asimismo, recordó que durante los alegatos habían requerido la reclusión perpetua de los imputados, en base a la figura de desaparición forzada de persona, contemplada en el artículo 142 ter del Código Penal. “Habíamos considerado que era posible aplicarla, más allá de que era difícil, pero no esperábamos igual tan poca pena”, evaluó.

En esa línea, interpretó que el Tribunal “se ciñó a lo que pidió la Fiscalía -integrada por José Ignacio Candioti y Marina Herbel-, que omitió una consideración muy importante que es que se trata de dos hechos, y no de uno”. Igualmente, enfatizó que “el hecho de que Sabrina hoy todavía no sepa qué pasó con su hermano mellizo, continúa torturándola a ella y a su núcleo familiar”.

Respecto a la absolución de González, estimó que los magistrados “han valorado es que ha diferencia del resto de los imputados, no fue reconocido por Jaime Dri como parte de la patota, tampoco ha sido condenado todavía en Rosario, lo único que sostenía la imputación fue lo dicho por (Eduardo Tucu) Costanzo”.

Ante esto, manifestó: “Probablemente apelemos la sentencia, igual tenemos que ver los fundamentos, pero sin dudas vamos a hacer algún planteo. No estamos del todo conformes”.

En la audiencia se pudo ver a diferentes funcionarios públicos, como el ministro de Gobierno, Adán Bahl; la secretaria de Justicia, Lucila Haidar; el subsecretario de Derechos Humanos, Roque Minatta; y el director de Información Pública, Pedro Báez. También estuvo la candidata a la Intendencia de Paraná por el Frente Justicialista para la Victoria (FJpV) Blanca Osuna; el diputado nacional Raúl Barrandeguy; el director de Industria y Pymes, Aldo Bachetti; y el defensor del Pueblo paranaense, Luis Garay.

QUÉ SE INVESTIGÓ

Raquel Negro fue detenida el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata, junto a Sebastián Álvarez, su hijo, y Edgar Tulio Tucho Valenzuela, su pareja. En el momento en que la capturaron estaba embarazada de siete meses. La trasladaron al centro clandestino de detención conocido como Quinta de Funes, como recordó Análisis Digital.

Posteriormente, Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano –según reza el Requerimiento Fiscal de Elevación de la Causa a Juicio- dispusieron su traslado al Hospital de Evacuación 121 de Paraná, llamado Hospital Militar, donde fue alojada alternativamente en la guardia de prevención y en la sala de internación conocida como Sala I. En ese lugar permaneció aislada y con estricta vigilancia militar.

Allí, Raquel dio a luz mellizos: un niño y una niña, a quienes las enfermeras llamaron Soledad y Facundo. Algunos médicos civiles que cumplían funciones en ese servicio advirtieron la presencia indebida de los bebés en la sala de Terapia Intensiva de adultos (de donde Zaccaría era jefe), por lo que se dispuso su traslado inmediato al IPP.

La niña ingresó el 4 de marzo de 1978 como “López, Soledad”, y el varón seis días después como “López, NN”, recibiendo atención médica neonatológica, ya que había nacido con problemas respiratorios. Ambos obtuvieron el alta el 27 de marzo del mismo año.

La pequeña fue abandonada ese mismo día en la puerta del Hogar Huérfano de Rosario, siendo ingresada a allí como “NN María Andrea”, y posteriormente dada en adopción cumplimentados los requisitos y procedimientos correspondientes al matrimonio integrado por Raúl Gullino y Alicia Scola, quienes la llamaron Sabrina.

Sabrina recuperó su identidad a fines de 2008, y desde entonces busca a su hermano mellizo.

La presentación judicial que derivó en la causa fue formulada el 18 de marzo de 2005 por el entonces coordinador del Registro Único de la Verdad de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia de Entre Ríos, Guillermo Germano.- Fuente El Miércoles Digital - ver aquí☻.

Foto: Valentín Bisogni/El Miércoles Digital.

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