Declaró el padre de Flavia y negó todas las acusaciones
El padre de la joven, Luis Schiavo, respondió a preguntas que le formularon las partes.
Con respecto a los dichos del testigo Efigenio Pérez, remarcó: “no sé de dónde saca el señor Pérez lo que dice, si mi hija hubiese estado amenazada, yo hubiera sido su sombra”. Dijo que tal vez le haya dicho que debía irse de la manifestación para buscar a su esposa y a Flavia que estaba “resfriada”. Negó que hubiese recibido alguna llamada de amenaza tras la desaparición, y dijo que no tenía enemigos y que era imposible que su hija los tuviera. Mirá el video
Concluyó ayer la parte testimonial del debate oral y público por el crimen de Flavia Schiavo.
El padre de la joven, Luis Schiavo, respondió a preguntas que le formularon las partes. Con respecto a los dichos del testigo Efigenio Pérez remarco: “No se de dónde saca el señor Pérez lo que dice, si mi hija hubiese estado amenazada, yo hubiera sido su sombra”. Dijo que tal vez le haya dicho que debía irse de la manifestación para buscar a su esposa y a Flavia que estaba “resfriada”. Negó que hubiese recibido alguna llamada de amenaza tras la desaparición de la joven, dijo que no tenía enemigos y que era imposible que su hija los tuviera. Agregó que nunca la vio golpeada, nombró a algunas personas que lo acompañaron a buscar a Flavia y narró la secuencia del hallazgo de la cartera de su hija en la zona del Banco Pelay. “En el lugar había huellas de motos y de un auto chico”. Cuando se le preguntó por qué buscaba en la zona del Pelay, dijo que sentía que debía buscar allí. En varios momentos Schiavo se quebró y también manifestó “pregúntenme lo que quieran, porque hay dudas sobre mí y quiero que queden aclaradas”. Se quejó también de la investigación policial y contó que dos funcionarios policiales, Gaillard y Bervawede, se le acercaron un día en tribunales y les dijeron que cuando tuviesen un dato se los hiciesen llegar a ellos, porque “de arriba no les pasaban nada de lo que recibían”, en alusión a superores. Recordó también que un auto policial, un Senda bordó, figuraba como que en esos días no estaba en la ciudad, pero que un funcionario policial les dijo que lo había usado para llevar al comisario Ceves a la morgue por lo que el vehículo sí se encontraba en la ciudad. Agregó que luego el auto fue desarmado y pintado de otro color.
Vio a Flavia irse con un joven
Una testigo, Estela Maris Casas viuda de Velázquez, relató que el 10 de junio de 1999, vio a Flavia dejar la fila del Banco Bersa, para salir con un joven que había entrado y se había saludado con ella. Lo describió como delgado, una cabeza más alto que la chica, de rasgos angulosos, bien vestido, con el cabello rubio, largo, lacio, recogido en una cola en la espalda. Aseguró que se trataba de Flavia a quien conocía, porque solía ir al Asilo de Ancianos donde ella trabajaba a llevarles golosinas a los abuelos con otros jóvenes de Acción Católica. Dijo que al muchacho lo volvió a ver en los días de los carnavales del año 2000, cuando ella estaba con familiares en una pizzería.
Esta testigo se dirigía en forma muy afectuosa a los magistrados y al fiscal a quienes llamó “mi amor” en varias oportunidades.
Una conocida de Prefectura
El suboficial de Prefectura, Horacio Acosta, quien fue llamado a dar testimonio, dijo conocer a Marcela Alvarez y que en una oportunidad ésta le había dado datos de gente en Gualeguaychú, que había ido con ella hacia allí, pero que el procedimiento que realizaron no dio resultados positivos. Algunos testimonios se refirieron a la relación de Alvarez con esa fuerza. Por ejemplo, Mónica Jería Camus, ex propietaria de la mensajería San Martín, manifestó que Marcela Alvarez era visitada allí por un hombre que “podría ser Prefectura”.
El jueves, los alegatos
Está previsto para el jueves a las 9, continuar con la admisión de las pruebas que comenzaron a producirse ayer e iniciar los alegatos de las partes. Ayer rechazó el tribunal nuevamente el pedido de detención formulado por la fiscalía, del policía conocido como Daniel “la Pava” Sánchez.
Luis Schiavo: “Si mi hija hubiera estado amenazada, yo hubiera sido la sombra de ella”
VER FUENTEAQUÍ ☻ - 03442.Com (Pablo Bianchi)Con la declaración de cuatro testigos, sumada la de Luis Schiavo, padre de Flavia, la joven asesinada en junio de 1999, concluyó la serie de testimonitos del debate que se sigue por ese brutal crimen, contra los imputados Pedro Miguel “Bachi” Scelzi, Julio Figueroa, Oscar “Nene” Ventos, Juan Martínez Villa, Martín Coronel, Alejandro Díaz y Marcela Elizabeth Álvarez. Ahora solo resta esperar se completen algunas medidas solicitadas durante este semana, con lo cual se procederá al cierre definitivo del juicio y se pasará a los alegatos, lo que está previsto para el jueves próximo a las 9 de la mañana.
Este viernes se presentaron cuatro testigos, a lo que se sumó imprevistamente el padre de la víctima, a raíz de algunos dichos por el testigo Adolfo Pérez en la jornada anterior.
Previo inicio del debate, el fiscal Tortul, pidió la declaración de Schiavo, y que se agregara como medida la inmediata detención de La Pava Sánchez y su puesta a disposición del fiscal en turno y el juez de Garantías, por su presunto falso testimonio, lo que finalmente fue desestimado por el Tribunal, por el momento. También se aceptó la incorporación de fotos de la identificación de algunos imputados de aquel momento, solicitado por la Querella.
Testimonios: Luis Schiavo tuvo un extenso testimonio, donde narró como se fueron sucediendo los hechos esos trágicos días, como se inició la desesperada búsqueda de Flavia junto a sus familiares y amigos y la angustia que se incrementaba con el correr de las horas, destacando que fue por todos lados, aclarando que en esas circunstancias uno se desespera y busca en todo lados, exclamando “Estaba buscando a mi hija”.
Schiavo explicó claramente como llegó a descubrir los elementos de su hija a un costado del camino, instante que se dio cuenta que algo malo le había pasado y su desesperación comenzó a crecer. También aclaró el incidente donde el testigo Pérez aseguraba que él había dicho que su hija estaba amenazada y destacó “No se como es el cerebro de la gente y como pueden pensar. Yo fui a una protesta de vecinos por problemas en el basural y en ese lugar este señor dijo que yo manifesté eso. Yo fui ahí porque consideraba eso una causa noble, pero si mi hija hubiera estado amenazada, yo hubiera sida la sombra de ella y no hubiera perdido tiempo en eso”.
El padre de Flavia también dijo que su relación y la de su esposa con la hija era muy buena y siempre fue una chica que hizo caso y se destacaba por su solidaridad. A esto también aclaro que no hubo pelea con su hijo como se dijo, confirmando así lo testimoniado por Elida Corazza.
Durante su testimonio, Schiavo cuestionó seriamente a la Policía, que no acudió de inmediato cuando ellos encuentras los documentos y además llegó con la juez, como sabiendo lo que pasó. También acusó de que no se trabajó con la celeridad del caso. Respecto al comisario Pérez, aclaró que lo fueron a ver a Concordia porque sus amigos le señalaron que este funcionario en su paso por la Departamental Uruguay, dejó una muy buena impresión por su desempeño.
En el banco: La testigo más esperada de la jornada era Stella Maris Casas, una empleada municipal que el día 10 de junio de 1999 fue al banco BERSA a cobrar la tercera cuota del seguro por fallecimiento de su esposo, lugar donde vio a Flavia esperando en la cola junto a otros mensajeros. Ella conocía a la víctima desde que trabajara en el hospitalito y asilo de ancianos municipal, donde Flavia solía ir con el grupo de Acción Católica a llevar donaciones. Esa mañana vio cuando entró un joven más alto que ella, rubio de pelo largo con cola, muy bien vestido y calzado, lo que le llamó la atención porque fue el último en entrar y se dirigió directamente a Flavia a quien saludó con un amable beso, tras lo cual la joven pasó por sobre la cintas que marcan la cola y se fue con él por la puerta lateral.
Casas reiteró tres veces sus dichos y de manera muy especial con mímicas y palabras que sorprendieron a las autoridades y hasta generó sonrisas entre los presentes, insistió que la joven se fue por su propia voluntad.
La testigo recalcó que pudo ver bien al muchacho que la sacó del banco, ya que al entrar ella pensó que se quería colar, motivo por el cual no le sacó la vista de encima, indicando que tenía una campera de corderoy y una zapatillas muy caras. “Nunca más lo vi hasta una noche de carnaval en 2000, fue la última vez que se me cruzó. Yo hice la declaración en el juzgado, no quise hacerlo en la Policía por temor. Recuerdo su rostro y me lo imaginé muchas veces de adulto. Yo me animé a decir lo que vi porque tengo seis hijos y nietos, y no quisiera que me pase algo así”, declaró.
Luego pasaron otros tres testigos que poco aportaron, incluso uno llevado por la Querella, que se sentó ante el Tribunal y dijo no saber la razón de la citación, retirándose sin siquiera recibir pregunta de la parte que solicitó su testimonial.
Alegatos: Tras esta jornada se pasó a un cuarto intermedio, cuando el Tribunal integrado por los vocales Miguel Giorgio, Marcela Badano y Andrés Torres, escucharán los alegatos de las partes. El resultado es incierto, ya que se pudo observar una inusual pasividad en la Querella, más allá de algunos intentos, situación que se produjo desde la deserción del testigo clave Hugo Hernández. Según se pudo apreciar, la Fiscalía podría acusar de acuerdo a lo visto a lo largo de estos cinco días, pero por los relatos de los testigos, no todos los imputados están en esa lista. Quien estaría desligada del caso, sería Marcela Álvarez, ya que no se la reconoció como informante de Prefectura y sobre todo no fue quien la sacó del banco, a lo que se suma que no se confirmó con firmeza la supuesta pelea en Berlín, hechos que son confirmados por su abogado defensor Marcos Rodríguez Allende. Seguramente la serie de alegatos traerá una interesante exposición de las partes que llevará a tener una nueva sala completa el próximo jueves.
Crimen de Flavia: Declaró el papá de la joven, Luís Schiavo, asesinada en 1999
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El padre de la víctima negó haber dicho que su hija estaba amenazada cómo aseguró ayer un testigo de apellido Pérez, vecino de los Schiavo. Reconoció haber ido a una marcha que se hacía por el viejo basural y encontrarse con este hombre. Pero jamás se refirió a ese tema.
Negó tener enemigos y manifestó que nunca le hizo mal a nadie. Por eso no entiende que digan que pudo ser una venganza. Dijo que Flavia tampoco tenía enemigos y la definió como “un ángel”.
"LUCIANO NUNCA ME AMENAZÓ NI ME RESPONSABILIZÓ"
Lo dijo su padre, Luis Schiavo. Hizo referencia a un hecho que se dio en la vía pública y que aproximadamente 50 personas pudieron ver. En esa ocasión el hermano de Flavia tomó un machete que la familia llevaba en el auto y lo levantó desahogando su enojo. Su padre declaró que en ese momento le manifestó que esa no era la manera, lo contuvo y lo abrazo. De esa situación salieron muchas versiones erróneas.
LUIS SCHIAVO LE PLANTEÓ SUS DUDAS AL TRIBUNAL
Dijo que en la búsqueda de Flavia, le hizo caso a su hijo y ambos se metieron en un camino con huellas que daba hacia las malezas en la ruta que conduce a Banco Pelay. Encontraron pañuelos de la misma marca que estaba usando su hija, quien salía de una gripe. Más adentro su hijo halló la cartera de Flavia y dieron aviso a la policía. Al lugar llegaron los efectivos y la jueza de instrucción Cristina Calveyra. Luis Schiavo se pregunta porque fue la jueza si solo se informó la aparición de la cartera o planteó si la magistrada ya sabía que a su hija le había pasado algo.
"LA POLICÍA NUNCA ACERCÓ UN DATO"
Lo aseguró Luis Schiavo en su testimonial en lo que se refiere a la investigación del crimen. Además aseguró que la familia recibía permanentemente datos a través de llamados y papelitos que luego eran investigados por ellos mismos y quienes le ayudaban. El padre de Flavia, confirmó que un día a la salida de Tribunales dos oficiales de la policía Verbawede y Galliard le dijeron que si tenían datos se los acerquen a ellos porque desde arriba no le daban nada. Por eso consideró injusto que se de vueltas en el hecho de que el comisario Pérez, siendo que estaba afectada a la departamental Concordia les preste ayuda como “datero”.
SCHIAVO SE PREGUNTÓ SI EL AUTO DEL SECUESTRO DE FLAVIA ERA DE LA POLICÍA
Se trata de un Volkswagen Senda bordó similar al suyo. El rodado habría estado involucrado en la toma de rehenes en el estudio del abogado José Ostolaza el 8 de noviembre de 1998 manifestó Schiavo. Sería además el utilizado para el secuestro de su hija. La familia Schiavo llegó a la información de que el 29 de mayo de 1999 el auto fue destinado a la policía de Villa Mantero. Su hija fue asesinada entre el 10 y 12 de junio de ese año. El sábado 12 de junio fue usado para trasladar al subjefe de la Departamental Uruguay Cheves hasta la morgue del Hospital. La información a Luis Schiavo, según el mismo testigo le llegó por parte del oficial Galliard. Entre ese sábado y lunes el automóvil de la fuerza fue desarmado y pintado con los colores de la policía.
SCHIAVO ASEGURÓ HABER BUSCADO PERSONALMENTE AL COMISARIO PÉREZ PARA QUE LO AYUDE A BUSCAR DATOS Y NEGÓ HABER CONTRATADO A BRITOS Y “LA PAVA” SÁNCHEZ
Luis Schiavo dijo que junto a su mujer Elida Corazza, su cuñado y el abogado querellante Gregorio Garro viajaron a Concordia para buscar al policía que en ese momento era sub comisario. Pérez había sido jefe de la División Investigaciones de la Policía Departamental Uruguay con anterioridad y conocía como obtener información. Por ese motivo acudieron en su ayuda, dijo el padre de la víctima. En otro orden, Schiavo fue contundente: no contratamos ni a Britos ni Sánchez. El declarante dijo que Carlos Britos era cliente del abogado Gregorio Garro y así se ligó a la investigación.
EL TRIBUNAL NO HIZO LUGAR A UN NUEVO PEDIDO DE DETENCIÓN DE LA “PAVA” SÁNCHEZ
El ministerio Público Fiscal a través del doctor Dardo Tortul insistió en la detención de Luis Daniel Sánchez por falso testimonio. La medida surge tras las contradicciones encontradas luego de la declaración del comisario Omar Pérez. Sánchez fue un policía retirado que llevó adelante una investigación paralela a la fuerza y que llegó hasta el testigo clave, Hugo Daniel Hernández, quien en ese entonces tenía 14 años. Los nombres de los imputados del crimen de Flavia surgieron de ese testigo, que habría sido llevado por los asesinos hasta la escena del crimen como una especie de campana. El tribunal no hizo lugar al pedido de la fiscalía para que “la Pava” Sánchez quede a disposición del fiscal en turno y el juez de garantías.
UNA ENFERMERA RECONOCIÓ A FLAVIA SCHIAVO EN EL BANCO BERSA PLAZA EL DÍA DE SU DESAPARICIÓN
Se trata de Stella Maris Casas, quien conocía a Flavia Schiavo por sus visitas al Hospitalito Municipal con otros jóvenes de la Acción Católica de parroquia San Vicente. La testigo recordó que el 10 de junio de 1999 fue al banco para cobrar la tercera cuota del seguro por el fallecimiento de su marido. Se dispuso a hacer la cola de espera para ser atendida y observó que más adelante se encontraba la mensajera Schiavo. Notó como un joven ingresó a la entidad crediticia y se dirigió directamente a Flavia. La saludó, ella sonrió y desistió de la cola. Salieron juntos del banco y fue la última vez que se vio a Flavia con vida. El joven era delgado, rubio, de cabello largo, alto y bien vestido. La testigo lo observó bien porque pensó que se estaba colando y le llamó la atención su vestimenta cara. Ese joven fue visto por la mujer nuevamente en una noche del carnaval del año 2000 en una pizzería de peatonal y Leguizamón y jamás volvió a cruzarse con él. La testigo no reconoció al joven que salió con Flavia del banco en ninguna foto de los imputados. No mencionó jamás a Marcela Álvarez, quien fue imputada por privación ilegítima de la libertad al ser acusada de sacar del banco a la joven posteriormente asesinada.
LOS ALEGATOS POR EL CRIMEN DE FLAVIA SCHIAVO SERÁN EL PRÓXIMO JUEVES 09:00 hs.
Así lo confirmó el presidente del Tribunal Miguel Ángel Giorgio. La audiencia comenzará a las 9 de la mañana con la clausura de la etapa probatoria. Se incorporará esa jornada toda la prueba ordenada por los jueces Giorgio, Badano y Torres. Se espera entre otras pruebas que se sumen fotografías y el sumario iniciado al comisario Omar Pérez luego de la queja de la jueza de instrucción Cristina Calveyra. La magistrada se dirigió a los superiores de la fuerza policial para evitar que el comisario se entrometa en la investigación policial.
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