En Concepción del Uruguay hay un Juzgado con dos Secretarías para resolver unas 1.000 causas mensuales

FUENTE : Diario UNO

VER: http://www.unoentrerios.com.ar/laprovincia/Violencia-y-drogas-eje-central-de-las-problematicas-con-menores-20110321-0007.html

Violencia y drogas, eje central de las problemáticas con menores

En Concepción del Uruguay hay un Juzgado con dos Secretarías para resolver unas 1.000 causas mensuales entre las que hay muchos hechos graves y delicados con menores involucrados.

Héctor de los Santos / Redacción de UNO

El Juzgado de Familia, Civil y Penal de Menores tiene dos secretarías a cargo y un solo juez para resolver casos que demandan celeridad, sentido común y respuestas concretas a situaciones de índole social y familiar muy delicadas donde, en la gran mayoría de los casos, hay involucrados menores de edad.

Andrés Torres es el magistrado a cargo del juzgado, y está hace exactamente un año en el cargo, en ese lapso ya se ha trabajado en más de 12.000 causas y tramitado casi 300 internaciones compulsivas referidas a menores en riesgo.

El trabajo de esta instancia judicial está referido al ámbito civil y al penal, tratando desde trámites de tenencia, alimentos, filiación y adopciones, hasta drogadependencia, salud mental y una cantidad importante de hechos delictivos cometidos por menores.

“En el ámbito del delito penal, nosotros tomamos intervención únicamente cuando los hechos son cometidos por menores, en el caso que haya al menos un mayor involucrado, aún con menores en el hecho, el caso pasa al Juzgado de Instrucción”, destacaba el juez en diálogo con UNO.

En ese contexto, Torres remarcó que “en Concepción del Uruguay entran entre 15 y 20 expedientes penales por mes de hechos delictivos cometidos por menores. Acá hay que remarcar que nosotros no hablamos nunca de libertad, ni de prisión, nuestro objetivo es reencauzar al menor”, enfatiza. En el año que lleva de gestión a cargo del juzgado, ha tenido que llevar adelante solamente dos casos graves, dos homicidios cometidos por menores de edad.

“Hay que ser muy cuidadosos en todo sentido, con los menores no hay procesados ni imputados, acá siempre hablamos de responsabilidad en el hecho. El último de los casos sucedió le 1° de enero y ese menor está internado en el centro de diagnóstico en Paraná, donde se traza el perfil psicológico para ver como se lo puede encauzar teniendo en cuenta la contención social y familiar”.

El abanico de trabajo en este tipo de juzgados es muy grande, pues en el ámbito del delito también se tienen que hacer cargo de hechos “como el robo de dos cajas de chicles en un kiosco”, detalla.

Violencia y salud mental
También el ámbito penal, Torres se encarga de resolver temas involucrados con violencia familiar, un tema casi excluyente en la tarea diaria del juzgado donde entran entre 80 y 100 expedientes por mes. “Es un tema que indudablemente está en auge, donde en el 95% de los casos hay menores involucrados”.

En cuestiones de salud mental se interviene cuando la contención familiar ya no da resultados y la situación se torna insostenible y peligrosa para la familia y para el mismo enfermo.

“Cuando el caso se judicializa, nosotros somos los encargados de ver como encontramos una salida al tema y dictamos una orden de internación de tipo compulsiva, hemos hecho 288 internaciones de este tipo en lo que va del año para que estas personas sean atendidas en los lugares que corresponde. Este juzgado no actúa de oficio, siempre se lo hace a instancia de parte”, remarcó Torres.

Los pasos legales para estos tipo de casos pasan inicialmente, por la Defensoría de Pobres y Menores, y luego el Juzgado de Menores se encarga de los exámenes médicos a cargo de un equipo interdisciplinario de cuatro personas, un psicólogo, un psiquiatra, y dos asistentes sociales que, por momentos, se ve sobrepasado por la intensidad del trabajo diario que requiere respuestas concretas y con celeridad.

El agravante de las drogas

A través del canal utilizado para la resolución de casos de salud mental, también se buscan las alternativas para, los cada vez más frecuentes, casos de drogadependencia que evolucionan hasta cuadros de riesgo para los menores involucrados debido al delicado estado de salud mental en que derivan.

“Tenemos muchos casos de chicos drogadependientes y los padres no saben a que atenerse, como actuar, a donde pedir ayuda, que hacer o donde llevarlos, son ellos los que nos piden la internación de sus hijos”. Torres remarcó que en su labor, trabaja de forma coordinada con muchos ámbitos del Estado, como el Copnaf o Salud de la Provincia tratando de resolver casos de forma rápida pues “no podemos titubear, hay cuestiones que demandan resoluciones inmediatas porque hay vidas en riesgo”.