viernes, 30 de septiembre de 2011

Juicio por el asesinato de Flavia Schiavo

CUARTA JORNADA EN EL JUICIO POR EL CRIMEN DE FLAVIA SCHIAVO

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Un testigo dijo que vio a uno de los acusados con heridas

El cuarto día de testimonios en el debate oral y público por el caso Schiavo, se cumplió ayer. La última de las personas interrogadas, Efigenio Pérez, manifestó al tribunal que vio al imputado Juan Martínez o “Villa” con rasguños y un hematoma en uno de sus ojos, cuando empezó a trabajar en la obra del nuevo hospital, que él le había dicho en broma:“¿Así vas a empezar a trabajar?” y que éste le había respondido que se había peleado el sábado anterior en el boliche Berlín.

El policía Omar Pérez da su testimonio.

El cuarto día de testimonios en el debate oral y público por el caso Schiavo, se cumplió ayer. La última de las personas interrogadas, Efigenio Pérez, manifestó al tribunal que vio al imputado Juan Martínez o “Villa” con rasguños y un hematoma en uno de sus ojos, cuando empezó a trabajar en la obra del nuevo hospital, que él le había dicho en broma:“¿Así vas a empezar a trabajar?” y que éste le había respondido que se había peleado el sábado anterior en Berlín. Según recordaba, esto fue “unos tres días después de la desaparición de Flavia y cuando ya se había encontrado el cuerpo”. Contó también que antes de la desaparición de Flavia, el 29 de Mayo de 1999, se había encontrado en una manifestación contra las quemas en el antiguo basural, con el padre de Flavia, Luis Schiavo, quien había comentado que su hija estaba amenazada. Pérez había sido careado ya en el juicio anterior con Luis Schiavo.
Uno de los testigos que comparecieron ayer fue el policía Omar Pérez quien recordö que su vinculación con el caso se debió a que la familia de Flavia fue a Concordia donde se desempeñaba, a pedirle su ayuda con la investigación , que su función fue de contactarse con personas que conocía en la ciudad dada su anterior labor en la Departamental Uruguay, para ver si podía averiguar algo. Agregó que tomó contacto con el entonces menor Hugo Fabián Hernández cuyo relato le había resultado en alguna medida creíble y que lo había llevado con un abogado porque el menor le temía a la policía y a la justicia.
También fue citado Juan Waschuk, quien dijo por esos días estaba pescando en el Banco Pelay y que le llamó la atención una chica que llegó en moto y parecía esperar a alguien, que cuando ella se fue llegó una camioneta pintada de un color vivo con cinco personas, que también estuvieron como esperando a alguien y que luego se fueron. Recordó también que cuando iba al Pelay, le llamó la atención que a la entrada de un camino a la derecha, “había un palo con una bolsa plástica”, como si fuera una señal. También dijo que vio a dos vagabundos que salían por una tranquera con una bolsa con carne, que los conocía porque los había visto otra vez por allí. Que no fueron investigados.


Hasta el momento está más complicado un testigo que los imputados

VER FUENTE AQUÍ☻ 03442.Com (Pablo Bianchi)

El juicio por el brutal crimen de Flavia Schiavo, perpetrado entre el 10 y el 12 de junio de 1999 y que causara gran conmoción en la comunidad, siguió su marcha pese al feriado. Este jueves pasaron numerosos testigos, en su mayoría sin aportar importantes datos para el esclarecimiento del caso. Este viernes será la última jornada de testimonios y se pasará a un receso hasta el jueves para los alegatos.

La nota saliente la dio el comisario mayor Omar Pérez, testigo solicitado por el doctor Rubén Lobatto, defensor del detenido Martín Coronel, quien pretendía dar mayor claridad a las declaraciones vertidas por Luis Daniel “La Pava” Sánchez, quien cumpliera el rol de investigador privado en el caso y que llevara al menor de edad, testigo arrepentido que este lunes rectificó sus dichos y dijo haber sido obligado a declarar en esa oportunidad contra los imputados.

Es importante destacar que desde la caída del principal testigo Hernández, la estrategia de la Querella sufrió un duro revés y esto derivó en que otros testimonios esperados para el debate se fueran cayendo, a tal punto que los querellantes solicitaron se desista de llamarlos, lo que no fue aceptado.

Fue así que con el paso de cada testigo, llamó la atención la falta de participación en las preguntas por parte del abogado Jorge Escalante, que en la mayoría del debate –hasta ayer– permaneció solo, preguntando incluso muy poco a sus propios testigos.

La llegada de Sánchez y la madre del menor en la jornada del miércoles dejaron ver que el investigador, que dijo ser incluido para el caso al ser convocado por el comisario Pérez, incurrió en notorias contradicciones y dichos que dejaron más dudas que certezas, pera el Tribunal y el fiscal, que llegó a solicitar se lo retenga hasta el final de la jornada y se esperará la finalización del juicio para ver que medidas se pueden adoptar. Si bien no se adelantan pedidos o posibles medidas, se presume que este ex policía podría llegar a ser procesado por el falso testimonio.

Este jueves: La jornada del jueves tuvo como principales testigos al comisario Omar Pérez, al pescador Juan Waczuck y Adolfo Pérez, vecino de Schiavo.

El comisarío Pérez estuvo vinculado a la llamada investigación paralela. El funcionario policial en esa época trabajaba en Concordia, pero siendo de Concepción del Uruguay, tuvo una importante trayectoria en La Histórica, donde trabajó en la División Investigaciones. Esto le permitió ser conocido por su labor y al parecer –según lo señaló en su testimonial– esto fue lo que motivó al docto Gregorio Garro a ir a Concordia con el matrimonio Schiavo, para pedirle que con su conocimiento en la zona, colabore. Pérez –en sus francos de servicio– fue conectado con el ex agente Carlos Britos y la Pava Sánchez, que ya trabajaban para Garro y a partir de allí se entrevistó con varias personas de Concepción, pero sin salir junto a los otros dos “investigadores”.

“Yo comunique esto al jefe de Concordia, el comisario mayor Rodríguez y dije que iba a hacer lo que estuviera a mi alcance. Garro me dijo de Britos y Sánchez iban a trabajar conmigo. Yo me enteré que había un pibe que algo sabía por medio de ellos y días más tarde me lo presentaron. Escuche bien y vi que el chico daba datos como que había estado y visto muchas cosas, por lo que me pareció sincero. El menor no quiso ir a la Policía, ni tampoco al juez por estar atemorizado y por eso creí conveniente llevarlo ante Garro”. Señaló Pérez.

El comisario destacó que este trabajo no fue muy extenso y después de la comparecencia del menor, se terminó, pero lamentablemente por haber trabajado se molestó a la jueza que se quejó a los superiores y fue sumariado en la fuerza policial, destacando que él no hizo una investigación, sino que solo quiso colaborar y que todos sabían que él estaba en eso. También reconoció que pudo cometer un error al no comunicar directamente esa novedad a sus superiores o a la jueza y que cuando intentó hablar con el entonces jefe de Investigaciones de la Jefatura Departamental Uruguay, no se lo tuvo en cuenta.

Pérez negó rotundamente los dichos de Sánchez que señalara que fue él quien lo buscó y aseguró que no realizó recorridas con estos ex funcionarios durante su breve intervención en el caso.

No es confiable: En su testimonio, a raíz de una pregunta del defensor Lobatto, Pérez habló sobre su experiencia en Investigaciones y además se refirió al “investigador” Pava Sánchez”.

“Yo personalmente no lo conocía como subalterno, que según señaló, no tenía mucha antigüedad en lo que era su trabajo de inteligencia en la fuerza. Uno lo primero que valoró fue la voluntad de trabajo. Por lo que me comentaron los propios camaradas, es una persona que desvariaba, es decir que es una persona que magnificaba las cosas. Por ejemplo si habían escuchado un tiro en un barrio, el contaba que había estado y no era así”, explicó Pérez, lo que llamó la atención del Ministerio Público Fiscal, por lo que el doctor Tortul pidió que lo narrado quedara registrado en actas.

Finalizando Pérez negó ser amigo de Sánchez y negó haberlo acompañado a los Tribunales, con lo que desvirtuó lo dicho por La Pava en su declaración, dejando claramente a la vista de las partes la posibilidad de un evidente falso testimonio que será evaluado al finalizar el juicio.

Otro testigo que declaró con amplitud, fue el pescador Juan Waczuck, quien dijo haber estado pescando en Pelay y ver a una joven en moto que estuvo parada en la zona de la rotonda, para luego retirarse, pero no aseguró que se tratada de Flavia. También dijo que luego llegó una camioneta con cuatro ocupantes a los que no pudo identificar, los que permanecieron en el mismo lugar unos minutos y se retiraron. El testigo dijo que en su trayecto a Pelay vio cosas que le llamaron la atención, como dos personas mal entrazadas que salían de lo que sería el campo de Minetto portando una bolsa de cuero que tenía sangre y se veía un hueso, pero no pudo asegurar de que se trataba y además esos días vio un palo con una bolsa blanca a modo de marca, en un costado del camino al balneario, sobre unas huellas de auto, lugar donde podría haber aparecido los elementos de la joven asesinada. El pescador dio nombre de quienes estuvieron pescando con él, pero lamentablemente los datos aportados no sumaron a la causa. También dijo que acudió a sede policial para aportar los datos que consideraba importante que podían ser de utilidad, pero destacó que quienes lo atendieron no prestaron atención a sus dichos.

Por su parte, Adolfo Pérez se mantuvo en sus dichos vertidos en oportunidades anteriores, señalando que cuando trabajaba en la construcción del nuevo Hospital Urquiza, Juan Martínez fue recomendado como pintor y en esa oportunidad, presentaba huellas en el rostro como de rasguños y un golpe, situación que se dio posteriormente a la muerte de Flavia.

Último día: La jornada dejó una sensación compleja para el esclarecimiento, de no ser por algunos puntos que podrán ser tomados en cuenta por la Fiscalía para llegar a acusar a alguno de los imputados a la hora de los alegatos. Esta concluyó pasadas las 19, sin que surgieran mayores novedades al respecto, ganándose mucho tiempo al poder tomar declaraciones a testigos que estaban programados para este viernes, por lo que se prevé que el debate concluya en horas de la mañana y se espera que la serie de alegatos de las partes se realice el jueves de la próxima semana.



“Esto parece un juicio y no lo que vivimos en el 2003”, dijo Corazza
Elida


VER FUENTE AQUÍ☻ - Diario Junio Digital
Corazza, la madre de Flavia Schiavo, la joven asesinada en 1999 en Concepción del Uruguay valoró la tarea de los jueces y el fiscal que llevan a cabo el nuevo juicio por el asesinato de su hija. Hace ocho años se llevó a cabo un juicio que finalizó con la libertad de los seis imputados. “Aquello era una burla, una risa, no te aceptaban testigos, se les hacían preguntas tontas, se trataba de justificar a todo el mundo por cualquier cosa”, dijo la mujer a DIARIOJUNIO. Hoy desfilaron testigos que dieron a conocer que Flavia conocía a Marcela Álvarez, una de las acusadas, quien siempre lo negó.






La madre de Flavia recordó que en el juicio anterior, los testigos eran cohibidos dado que las autoridades judiciales les hablaban con la terminología propia de Tribunales cuando la mayoría no terminó la escuela primaria. “Con el léxico que tienen, que ni uno los entiende, los intimidás. En cambio esta gente no, inclusive les ordenan a los abogados, si el testigo no entiende, que traten de reformular a lo entendible para el testigo. Si no recuerdan les recuerdan que están bajo juramento y pueden quedar detenidos por falso testimonio. Al que se hace el tonto también”, indicó.
“Si salta un nombre y alguno lo quiere incorporar como testigo, lo llaman”, señaló. “Se ve que conocen a fondo el expediente; el que se va por las ramas les dicen ‘trate de contestar concretamente, está contestando cosas que no se le piden’”, dijo Corazza quien también valoró el trabajo del fiscal dado que “actúa con mucha seriedad y con conocimiento de la causa”.
En cuanto a la jornada de hoy, una mujer que aseguró haberla visto el jueves a Flavia “recién bañada y arregladita tipo 2 y media, tres de la tarde, en la ciudad, cuando todo el mundo la buscaba allá por (Banco) Pelay” en el consultorio del dentista Rupali. El odontólogo no pudo corroborar los dichos ya que atestiguó frente a los jueces que no daba turnos. Sólo recordó que la había atendido en esos días, dado que en ese momento era paciente suya, y que le parecía que la había visto el día en que desapareció.
Pero para la madre el testimonio que la ubica a Flavia en la ciudad en el mismo momento en que se los ve a los imputados en cercanías del puentecito de camino al balneario va a ser desestimado. “Es la única que la planta acá en la ciudad”, señaló.
Otros testigos que desfilaron frente a los jueces hoy fueron personas que trabajaban en la mensajería que atestiguaron que Marcela Álvarez, otra de las imputadas, conocía a Schiavo. “Estos mensajeros y dos o tres personas que fueron ahí citadas", explicó. Otro testigo fue una joven que dijo que veía a la víctima en “Berlín”, un boliche, donde protagonizó un altercado con Álvarez. La acusada siempre negó haberla conocido y en la instrucción se la acusa de haberla sacado del banco a Schiavo antes de que desaparezca.
Respecto de la jornada de ayer, Aída Hernández la madre del menor arrepentido que atestiguó y el tío político, Luis “la Pava” Sánchez protagonizaron un careo, donde cada testigo se mantuvo en sus dichos. Corazza señaló que no creía que la confrontación, a la causa en sí y al esclarecimiento del asesinato, haya aportado mucho.
En cambio, dijo tenía importancia el testimonio de Soledad Ayala ex pareja de Oscar “Nene” Ventos, uno de los acusados, ratificando que el imputado le dijo que había descargado un mazazo sobre la cabeza de la víctima. “Y que hace cuatro o cinco días había ido a verla nuevamente como para intimidarla pero no fue recibido”, contó la madre. “Después escucharemos los alegatos para ver en que situación lo plantean los abogados defensores”, indicó. Los alegatos tendrán lugar el jueves y viernes de la próxima semana.

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